Entrevista: mi oportunidad

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¡Lo hemos conseguido!  Suena el teléfono, es una empresa para concretar el día y la hora. Nos van a hacer una entrevista de trabajo. ¿Y ahora qué?

Cuando por fin nos llaman para realizar una entrevista, empieza otra fase importante de la búsqueda de empleo. Hemos conseguido llamar la atención del seleccionador, de la empresa, del reclutador. Lo importante es que se avecina una OPORTUNIDAD (sí, con mayúsculas) para demostrar que somos las candidatas adecuadas al puesto que la empresa quiere cubrir. Se abre una puerta.

Como casi todo en la vida, una entrevista exige preparación. Recuerda: la preparación es la clave del éxito. ¿O prefieres improvisar? La oportunidad es única.

Lo mismo que un buen producto no garantiza clientes en una empresa, un buen CV no garantiza el éxito en una entrevista de trabajo. “Vender” nuestra candidatura implica demostrar aquellas aptitudes, conocimientos, habilidades y experiencias propias del puesto sin olvidarnos de la actitud.

En todo proceso de comunicación, y la entrevista lo es, no sólo tenemos que tener en cuenta lo que se dice y cómo se dice, también lo que transmite nuestro cuerpo: el lenguaje no verbal. El 55% de la comunicación es corporal. Nuestro cuerpo habla.

Pero si quiero demostrar que soy la candidata ideal, ¡¡me lo tengo que creer!!  No olvides transmitir pasión, conseguirás una comunicación más eficaz; solo hay una vez para crear una primera impresión.

Ten claros tus objetivos, quién te va a hacer la entrevista (si es posible), infórmate de la empresa y piensa: ¿qué principales competencias buscará en nosotros el entrevistador?; es el momento de resaltar nuestros puntos fuertes de acuerdo a esas competencias. ¡Pónselo fácil al entrevistador!

Voy a entrar: respira profundamente, sonríe y entra con determinación y sobre todo:

¡Sé tu misma! Es tu OPORTUNIDAD.